El pasado jueves 24 de octubre 2019, durante las VIII Jornadas Internacionales de Filosofía del Derecho de la UNAM llevadas a cabo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, se presentó el Dr. Andrés Botero Bernal con su ponencia titulada “Moral, Derecho y Sociedad: reflexiones sobre la moral profesional del derecho en la contemporaneidad”. En esta nota se pretenden exponer algunos elementos importantes de su intervención.
La idea principal expuesta en su intervención consiste en que todo sistema social tiene aparejado un sistema normativo, lo que es igual a la existencia de una relación de causa y efecto entre ambos sistemas. Al respecto, de acuerdo con el Dr. Andrés Botero, es importante destacar que el sistema normativo se puede dividir en un sistema normativo jurídico y un sistema normativo moral.
Partiendo de esta idea, el Dr. Botero ha reflexionado acerca de lo insatisfactorio que puede llegar a ser el sistema normativo moral, al estar basado en el deber ser, dicho de otra manera, en el derecho colectivo; justificando lo anterior, en el hecho de que el sistema normativo moral tiene como base el deseo, generando así, una auto visión de crisis, reproducida en la sociedad como la ausencia constante de algo que le permita verse a sí misma como satisfecha.
Durante su participación, también ha hecho mención sobre la preocupación latente, acerca de la afección que sufre la rama judicial a causa de la corrupción del Alto Estado, es decir, la crisis moral que se vive en el sistema judicial, en los abogados, y en general la crisis moral del Derecho. Poniendo como ejemplo de ello, el caso de América Latina y la eficacia del sistema normativo, se ha identificado como problema la eficacia tanto del sistema normativo como de las instituciones, hecho que no es ajeno a la realidad actual mexicana. Esto conlleva a una deficiencia moral y de Derecho.
Al finalizar su intervención, se generó un debate entre los ponentes y la audiencia presente, cuestionando entonces, si el Derecho llegó para desplazar a la moral, en cuanto a la cohesión y convivencia social. Concluyendo así que, la moral no ha desaparecido, sin embargo, el Derecho ha llenado los vacíos de la moral, con la finalidad de continuar con los lazos de convivencia social.
Ilse Yaneli Gónzalez Arriaga